Con el transcurso del tiempo, las soluciones matemáticas incorporadas a las
técnicas de construcción de mapas, han transformado a este último en un sistema
de comunicación insustituible, sencillo, completo, de utilización rápida y cuyo
manejo requiere muy pocas instrucciones. Sin embargo, su interpretación completa
no es tan sencilla como parece; hay información elemental, que es la inmediata y
evidente para todos, pero hay muchas otras informaciones sólo perceptibles para
quien tenga una preparación apropiada, que pasará inadvertida para los demás.
Por ejemplo, el lector familiarizado con la configuración característica de las curvas
de nivel de cada tipo de terreno, podrá hacer deducciones a través del mapa sobre
cuál es el tipo de roca existente y cuáles los agentes geológicos que han modelado
su relieve, donde otro lector sólo distinga zonas elevadas, hondadas y barrancos.
El mapa no contiene sólo una gran cantidad de información explícita, tiene mucha
más implícita; tanta que puede no haber sido captada ni si quiera por sus autores,
pero si aquellos trabajaron bien, el mapa la contendrá y habrá quien pueda verla.
De ahí la importancia de la fidelidad y el respeto a los datos originales en cada fase
del trabajo de formación y también el grave riesgo de introducir modificaciones
indebidas por errores de interpretación. Naturalmente, la información transmitida
depende de la calidad del mapa, que no es un producto mecánico.
En un mapa bien planificado de inicio a fin, cuya calidad sea aceptable, la
información transmitida será tan amplia como se quiera, pero la información
recibida dependerá exclusivamente del lector, que puede ser un geólogo, un
técnico forestal, un alpinista, un arqueólogo, un geógrafo, un historiador, un
botánico o un turista
No es la misma aplicación y analisis la que se le dará a un mapa en cualquier rama de estudio |
Visto como un medio de comunicación, se puede decir que el mapa es un
intermediario entre la superficie terrestre y los fenómenos que ocurren en ella, sin
importar el tamaño del área que se representa, ya que es una imagen visual de la
forma, tamaño y posición de los objetos de la superficie terrestre y a través de
éste, es posible obtener otras características espaciales de los mismos: ubicación,
longitud, área, altura, magnitud, relaciones y asociaciones, entre otros.
El mapa como modelo objetivo de la realidad es un documento en el que es
posible sintetizar una enorme cantidad de información estadística, histórica,
documental, entre otras, y la manifiesta a través de sistemas de representación
visual, de ahí que el mapa tenga un valor práctico muy importante
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